La Apatita azul es capaz de aliviar la tristeza, la pena y todas aquellos sentimientos que causan desequilibrio en nuestro psique. Sin duda, nos permite entendernos mejor, aceptarnos y nos ayuda a controlarnos. Esta piedra funciona como un pequeño martillo que se encarga de romper la cascara de la negación y permite abrir paso a las emociones relacionadas con el bienestar.